jueves, 9 de octubre de 2008

Sueños

Una tarde lluviosa y el alma rara.
Un hola o un adiós.
¿Es posible alimentarse de sueños?
Intento apartarlos de mí, pero ahí están, clavados, agarrados, tatuados en mi piel.
A ratos los ignoro, a ratos los vivo, a ratos me duelen...
Pero ahí están,
... desde que tengo recuerdo,
 nacieron conmigo y morirán conmigo, indisolubles de mí.
Soñé con abrazos de madre, 
soñé con olores de hogar,
soñé con ser yo
y ahora sueño con un sueño.
Y me alimento.

No hay comentarios:

Visitors to this page