Persona bayeta

Señoras y señores, acérquense, tenemos un producto nuevo en nuestro catálogo: la persona bayeta. Un ser para satisfacer cualquier necesidad o capricho que se le pueda ocurrir. Que quiere usted vomitar sus dudas existenciales sobre alguien, llame a la persona bayeta. Ella o él le escucharán con atención y absorberán todos sus sufrimientos. Que se encuentra solo y quiere un trozo de carne al lao pa sentirse acompaño. No lo dude, llame a la persona bayeta. Él, o ella, acudirán raudos y veloces, con ánimo agradable, discreción y dispuestos a aliviar su soledad. Si el caso es que tiene pereza, necesita realizar alguna gestión, pero no quiere perder su amado tiempo. LLame a la persona-bayeta. Ella, o él, se dejarán los cuernos para solucionarle SU problema. Que tiene un caprichito, acaso una idea loca, que le gustaría materializar. Una llamadita a la persona-bayeta. Él o ella pensarán por usted, analizarán pegas, caminos, perspectivas y se lo presentarán en un limpito y ordenado informe, que, pasado el entusiasmo inicial, usted puede utilizar para rellenar la papelera o limpiarse el...trasero. La persona-bayeta sirve para todo. Limpia, fija y da esplendor. Cualquier cosa que se le ocurra, desde lo más prosaico hasta lo más sesudo o emocional. Él, o ella, están para servirnos. Son oreja, hombro, mano, boca, dispuestos a todo. Es fantástico! Además, no necesitan mantenimiento!La persona-bayeta se apaña sola. Jamás nos pedirá nada: ni una migaja, ni una caricia, ni ni un abrazo, ni siquiera un poquito de reconocimiento o una palabrita de amabilidad. Nada, de verdad, la persona bayeta es una simple herramienta para nuestra satisfacción. Pero seguro que ustedes se están preguntando: cómo puede ser que existan estos seres? Se lo voy a decir: la persona bayeta cree en lo de la comunidad, cuidarnos y en eso de ayudarnos unos a otros. Sí, señoras y señores, en estos tiempos aún queda gente así. Y ya sé la duda que les corroe, qué cuesta una persona-bayeta? Porque, claro, todo en esta vida tiene un coste. No se preocupen, de dinerito, nada de nada. Y además, el precio se paga al final de su uso. (Y con un poco de práctica también se puede eludir el pago) El precio, es ver a esa persona-bayeta vacia, rota y sucia de tu mierda, mojada, de lágrimas, sus lágrimas, arrojada en un rincón al que nadie mira. Pero vamos, no se preocupen, nada que no se pueda solucionar con mirar para otro lado.