sábado, 28 de noviembre de 2009
Los no-días
viernes, 27 de noviembre de 2009
Cervecitas, Erik y creatividad.
Anoche estuve de cervecitas con un amigo. Cómo me gusta ir de bares, me encanta ir de uno a otro pasando del fresqui de la calle al calorcito de dentro, con esa mezcla de olores y de gente, con esos saludos de minuto a personas que hace tiempo que no ves y que te alegra encontrarte ese minimomento, para luego seguir tomando cervecitas y eligiendo lo que se va a pedir, que siempre es un lío. Ayer nos reíamos porque Erik me comentó si no me daba un poco de repelús la comida en la barra, ahí..tan expuesta a las toses y a los estornudos de la gente. No lo había pensado nunca, de todas formas no soy muy asquerosilla yo, y le confesé que a mí lo que me molaba era poder robar patatas fritas del plato de al lado o meter el dedo en las cazuelas sin que me vea nadie.
Estuve a gusto. Con algunas personas me gusta ir cogida del brazo, es como si se crease una burbuja de dos, un espacio privado que invita a contar secretos o a planear travesuras...jejeje. Anoche, como siempre, compartimos confidencias, sueños, miedos y risas, muchas risas. Gracias cuquito.
Hablamos de la creatividad y de lo poco que la aplicamos a nuestra vida diaria. Cuando se nos plantea un disyuntiva no solemos pensar en soluciones novedosas, sino que volvemos la vista a los referentes conocidos, elegimos uno de ellos y actuamos en consecuencia, aunque nos vaya la felicidad en ello. Somos idiotas.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Huevo frito con alcachofas
Hoy he comido un huevo frito con alcachofas y jamón. Pa chuparse los dedos, oiga!.
Algunos lo traducirían como: "Descendiente nonato de noble gallina dorado en oro de oliva descansando sobre un lecho de flores tostadas y virutas de ibérico".
Ufff........ madre!, si llego a saber lo que me estaba comiendo igual me lo pienso dos veces.
martes, 17 de noviembre de 2009
El ruiseñor y la rosa
lunes, 16 de noviembre de 2009
Mi dolor
Hace poco más de un mes tuve un aborto. Cuando me preguntan doy mil respuestas lógicas, pongo mi mejor sonrisa y cambio de tema. A algunos, igual hasta les parece que soy brusca o que lo explico con frialdad. Los que piensan así no se equivocan, en parte se debe a que es un tema personal y a nadie le importa un comino, y en parte a que las tripas y el corazón todavía los tengo en carne viva.
Lo que suponía esa idea en ese momento es algo de lo que aún no estoy en disposición de hablar, sobretodo porque se me hace tal bola en el estómago que vomito todo y me atraganto con las lágrimas. Así que lo tengo reposando, lo regurgito de vez en cuando, lo mastico un rato y me lo trago de nuevo hasta que un día me pase por la garganta sin hacer esfuerzo.
Estas cosas, los dolores que nos pasan a todos, a mí me agudizan la manía de cuestionarme todo, de encontrar un sentido, que me convenza, al hecho de levantarme todos los días. Supongo que a eso se le puede llamar tristeza. Y por muy estúpido y absurdo que le pueda parecer a algún listo de la vida, una de las cosas que me arranca todos los días sonrisas, por muy triste que esté, es Ulises. De modo que Uli es sagrado, me da Vida y me ayuda a hacer la "digestión".
Sin embargo, Uli no puede hacer desaparecer lo vulnerable y lo débil que me siento. Estoy triste, sensible y blanduja. En este estado, cualquier acontecimiento, por pequeño que sea, puede afectarme, más, si se trata de un torpedo directo a la línea de flotación, a ese dolor aún no digerido.
Supongo que, en cierto modo, todos vivimos en un estado de limbo y de idiotez que, a menudo, nos hace juzgar lo que tenemos alrededor. La mayoría de las veces se guarda silencio sobre la intimidad de los demás, bien porque no nos importe, por respeto o porque somos conscientes de que opinar respecto a algún tema puede abrir una caja de Pandora difícil de controlar. Pero, hay veces, que aparece un list@ de la vida que, desde la atalaya de la estupidez, se siente iluminad@ para hacer un análisis de parte de nuestra pequeña y vulnerable intimidad y nos hace polvo. Con la osadía de todos los tontos meten la zarpa en heridas abiertas sin que nadie les haya dado vela en ese entierro ( nunca mejor dicho). Y aunque uno intente pasar por alto la intromisión, pensar que el sujeto es imbécil perdido, contextualizarlo dentro de una conversación (igual de imbécil que el sujeto) o simplemente intentar olvidarlo.... a veces es imposible, y el dardito envenenado se queda ahí, haciendo pupa.
Hace unos días que estoy así, intentando curarme rápido e incapaz de soportar el dolor esparcido gratuitamente.
Cuando era pequeña empecé a hacer limpieza de gente. Cada cierto tiempo me desprendía de los elementos tóxicos o que a mí me producían alergia y creo que era una buena práctica, me ahorraba disgustos. Cuando uno se hace mayor, pensamos que ciertas circunstancias nos obligan a transigir con elementos que no nos son gratos e intentamos mirarlos de un lado, de otro, del derecho, del revés...pero no hay nada que hacer, como siempre, a las tripas no se las puede engañar, son muy sabias ellas y el tiempo termina dándoles la razón. Nos hacen daño.
Así que, pequeñ@ estúpid@, a pesar de que yo no he hecho limpieza a tiempo, no estaría mal que aprendieses a callar la boca, mirar un poco tu alrededor e intentar no abrir cajas de Pandora que luego son difíciles de cerrar, con tu ignorancia arrogante haces daño.
Me voy a vomitar, ya no me quedan lágrimas.