El otro día se murió el padre de un amigo. Y yo no reacciono hasta hoy. Siempre me pasa lo mismo, me quedo parada, no puedo llorar, ni siquiera me pongo triste, tienen que pasar varios días para que sea consciente de que esa persona ya no está, ya no va a ver más las calles de su ciudad, ni se va a mojar con la lluvia, ni va a sentir frío, ni hambre, ni dolor.....simplemente ya no está, ...y su recuerdo se va diluyendo rápidamente.
Es en las cosas cotidianas donde se notan las ausencias. El otro día, con su padre apenas muerto, mi amigo apagó su teléfono....Nadie lo vio, fue un gesto íntimo, la última despedida... la que le hizo consciente de su muerte y de su dolor,
No hay comentarios:
Publicar un comentario