martes, 9 de junio de 2009

Y otra vez, escribir por escribir... o El diario incoherente de un culo inquieto

Como respuesta a la anterior reflexión, he de decir, que lo que me apetece en esta vida, lo que quiero, es divertirme, entretenerme, no aburrirme. Dicho esto, teniendo la sensación de que muy poca gente (siendo optimista) va entender a lo que me refiero y de que además semejante afán en la vida está mal visto, prosigo con este recién inaugurado diario incoherente de mí misma.

Ayer por la noche estuve hablando con A, trataba de explicarle cómo me sentía y parte de esos planteamientos vitales míos, que a él le sorprendieron y a mí me sorprendió que le sorprendieran. Muchas veces le he hablado de ellos, es más, de un tiempo a esta parte descubro públicamente mis gilipolleces por estos lares.... ahora que lo pienso, ¿por qué no los ha leído?. Supongo que nuestra atención es selectiva y hacemos por dirigirla hacia lo que queremos ver o nos inventamos. O quizás lo haya entendido como una excentricidad más, una tontería (pero que a mí me dan la vida, porque me río y juego a hacer las cosas de diferente manera), como la de ponerme cucharas en la cabeza, hacer la cucaracha o que una barra de pan sea una espada láser.
Ayer por la noche, le recordé que cuando nos conocimos le dije que quería jugar con él. Me acuerdo que tuve la sensación de que no sabía de lo que le estaba hablando. Es difícil expresar lo que yo quería decir con eso, es como tratar de sintetizar todo lo que has pensado y sentido en tu vida hasta llegar a esa conclusión.... De todas formas, si a alguien le apetece y a estas alturas no se ha cansao de leer, le remito al primer post de este blog, en el que intento una "explicación pseudocientífica".
Hace poco pusieron en la tele Memorias de África, una de mis pelis favoritas. Como siempre lloré a moco tendido, con una mezcla entre desazón, tristeza, emoción ante la belleza y alegría de haber descubierto un nuevo matiz en ella. De nuevo quise ser Denys Finch Hatton, amar así a la vida, sobrevolar montañas en una avioneta, tener un amigo con el que no hablar sólo mirar juntos al horizonte, ensuciarme de tierra, mirar con ojos curiosos el mundo que me rodea, regalar una brújula rota.... y quizás saber que en un rincón del mundo, en algún punto, hay alguien, una persona con la que me siento más unida que con nadie, mi amor humano.
Hubo un tiempo que quise ser Denys Finch Hatton, pero renuncié. Primero intenté comportarme según lo habitual, y me perdí. Cuando conseguí encontrarme probé a simplemente soñar con ello, pero no me hace feliz.
Hoy, tengo miedo de morirme y no haber hecho nada, no haberme sido leal, no haber intentado ser feliz con todas mis fuerzas y según lo que yo creo, no tener una vida. A dice que tiene miedo a morir porque desaparecen todas tus experiencias, tus sensaciones, las cosas que has mirado, las pasiones que has sentido......
Yo, a gusto firmaba por caer fulminada por un rayo ahora mismo si hubiese tantas cosas de mi Vida para desaparecer.

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