Ole y ole por ellos, viva su bravía y su audacia!
Sus palabras resuenan en mis oídos como un mantra que deseaba oír. Y es que los señores obispos llaman a la desobediencia civil... ay! madre, de tanta emoción apenas puedo escribir con claridad.
Más allá de las memeces de su contenido, que no merece la pena ni recordar, han sacado a la luz y publicitado el concepto tan poco usado de "desobediencia civil". O lo que es lo mismo, darle la voz a la gente, trascender de lo que nos dicen unos cuantos señores que debemos hacer y tomar la decisión y responsabilidad de nuestras propias acciones. La desobediencia civil es una manera pacífica de protestar contra una clase dirigente, que no sólo política; de reivindicar que no somos una panda de borregos o unas simples pilas para su proceso productivo.
Gracias obispos!, por animar a la gente desde sus modernos púlpitos a tomar las riendas de su vida y de sus acciones, a pensar y actuar en consecuencia.
Por una vez os doy la razón y os secundo, y desde aquí yo también llamo a la desobediencia civil!
Viva la desobediencia, porque sólo nace de la conciencia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario