viernes, 1 de agosto de 2008

MÚSICA



Hola
Me parece impresionante el poder de sugestión de la música, ¿has probado a escribir con música alguna vez?. Puedes estar dispuesto a pensar en algo, pero si no das con la adecuada tu cabeza se irá, vagará libre hacia donde le de la gana sin que tu voluntad pueda hacer nada. Una y otra vez volverá a ese estado mental y físico, dejándose emborrachar de esas sensaciones no buscadas.
Por ejemplo, a mí los violines me resultan...mmmm, digamos trágicamente terrenales. Me explico, me despiertan una sensibilidad a flor de piel, voluptuosa, sensual, y a la vez increiblemente trágica, como esos abrazos y caricias que das, sabiendo que te hieren porque nunca más volverás a disfrutarlos. Su sonido puede ser un último llanto que no puedes ni quieres evitar. Es bonito.
Las flautas son traviesas, juguetonas, con un punto onírico. Suelen ir por libre y con ellas me siento etérea, leve, capaz de ir de aquí para allá, sin ser apenas perceptible. Se escapan de una melodía más o menos solemne y junto a ellas floto, dando saltos entre un fagot y otro, dejando el rastro de un pequeño soplo de aire. Me arrebatn menos que los violines, pero me arrancan sonrisas.
El piano es soledad. Me tranquiliza, me para, me centra. El piano es serio y denso, increiblemente introspectivo. Me acompaña cuando surgen esos pensamientos olvidados y me cobija mientras, poco a poco, por fin, voy entendiendo. A veces doloroso, pero siempre hermoso.
En fin, ¿qué más decir?. La música, como reconocida onda que soy, mi hermana, mi parte, quizás, por momentos, yo. Que disfrutes.

** Si quieres, prueba a escuchar a Debussy.

Visitors to this page