Creo que una de las mejores muestras de respeto hacia alguien es decirle la verdad, por dura, seca o desagradable que parezca. Lo que no hay que confundir con la brusquedad o la grosería de ciertos arrebatos de sinceridad gratuita, que de vez en cuando le dan a alguien ( a mí me ha pasado, lo siento a quien le haya tocado ).
Decir la verdad es respetar su madurez y valorar a la persona como individuo. Es querer.
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