lunes, 5 de diciembre de 2011

Cierro los ojos y siento el calor del sol en la cara. Intento concentrarme pero no puedo. De nuevo vuelvo a escaparme al terreno de lo ideal. Sueños, sueños, sueños olvidados... Sueños abandonados que intentas ahogar. Soy tan imbécil, o tan cobarde, que me convenzo a mí misma de que ya soy suficientemente feliz y subordino quién soy a quién debo ser. Y mientras tanto, paso la Vida con remedios de un rato..

No hay comentarios:

Visitors to this page